Coordinadores: Rodrigo Riveros & Johanna Jara.
La arqueología ambiental, ha experimentado un explosivo crecimiento desde el año 1994, cuando se promulgó la Ley 19.300 de Bases del Medio Ambiente. Al presente, constituye la principal fuente laboral para las y los arqueólogos del país, requiriendo cada día más especialistas para abordar la elevada demanda producto del desarrollo e implementación de proyectos que puedan significar la afectación o alteración del patrimonio arqueológico del país. Asimismo, ha sido responsable de la recuperación y documentación de la mayor cantidad de datos y evidencias contextuales, a través cientos de líneas de base, caracterizaciones subsuperficiales, rescates y planes de monitoreo, entre otros, que realiza cada año tanto en el ámbito público como privado.
Visto lo anterior, es evidente la enorme responsabilidad que recae en la práctica arqueológica en el área ambiental, por cuanto la calidad de sus acciones tiene profundas repercusiones, que no se limitan a la preservación y/o investigación del patrimonio arqueológico, sino que también se extienden a la sociedad en la cual se encuentra inserta.
A pesar de lo anterior, han sido escasas las instancias disciplinares para la discusión y evaluación de las problemáticas específicas que plantea la práctica de la arqueología ambiental y que no necesariamente han sido abordadas desde la investigación arqueológica tradicional. Algunas de estas particularidades, y problemáticas derivadas, se relacionan con el hecho de que la arqueología ambiental debe abordar la amplia variabilidad que ofrece el registro arqueológico nacional a lo largo del país, independiente de si ha sido o no abordado por la investigación. Esto requiere el permanente perfeccionamiento de las herramientas conceptuales, metodológicas y de gestión, específicas para cada caso, así como el desarrollo de otras nuevas, acorde al avance del estado del conocimiento arqueológico. Lo anterior hace necesario aplicar una mirada especializada, acorde a los desafíos que involucra su relación con el desarrollo de proyectos de infraestructura, la cual no pocas veces está exenta de conflictos.
Para abordar estas y otras problemáticas, proponemos esta mesa como un espacio de discusión, debate y reflexión en torno a este campo especializado de la arqueología y que permita integrar las diferentes experiencias, positivas o negativas, que han resultado de su práctica por parte de las y los especialistas que se desenvuelven en este ámbito, tanto en el ámbito público como privado.
Acorde a los objetivos propuestos, se contará con seis panelistas que abordaran los siguientes ejes temáticos: a) Desarrollo de la arqueología ambiental en Chile, contexto y formación disciplinar (práctica/academia). Panelista: Lino Contreras (Arqueólogo, Director CEHP) b) Evaluación y desafíos de la práctica de la arqueología ambiental desde la perspectiva de la institucionalidad del Estado. Panelista: Joaquín Vega (Arqueólogo, Encargado Macrozona Norte PADESU, Secretaría Técnica Consejo de Monumentos Nacionales). c) Aspectos teóricos y metodológicos en la práctica de la arqueología ambiental: convergencias y divergencias. Panelista: Roberto Campbell (Arqueólogo, Pontificia Universidad Católica de Chile). d) La relación entre consultor/a y empresa privada y pública ¿Cómo influye en el desempeño de la arqueología ambiental? Panelista: Milagros de Ugart (Arqueóloga, Ceuta Consultores). e) Arqueología ambiental y proyectos interés social. Panelista: Bruno Jiménez (arqueólogo independiente) f) Los desafíos que involucra la innovación en arqueología ambiental. Panelista: Paulina Acuña (Licenciada en arqueología, Directora Logos Arqueología).
Esperamos que la discusión que surjan de estas exposiciones permita establecer el estado actual de la arqueología ambiental en nuestro país, con sus éxitos y fracasos y, a partir de ello, permitan plantear lineamientos de trabajo que permitan, en el corto plazo, consolidar disciplinarmente esta forma particular de hacer arqueología.