Simposio 04: La colección como una obra y su coleccionista como autor/a: una mirada arqueológica al fenómeno cultural del coleccionismo

Coordinadores: Benjamín Ballester & Daniel Quiroz.

Aunque la arqueología analiza habitualmente objetos que forman parte de colecciones, lo cierto es que pocas veces considera a la colección como una obra en sí misma y, por lo tanto, como un objeto específico de estudio. Este simposio invita a realizar una arqueología de la colección bajo la premisa de que a través de su investigación es posible conocer las autorías que le dieron origen y forma a lo largo de sus trayectorias de vida, en especial los gustos, pasiones, intereses, condiciones, prácticas y costumbres de quienes las crearon, pero también el contexto histórico, social, cultural, político, económico y simbólico en el que este proceso ocurrió. Aunque toda colección se conforma de objetos, no es sino en la búsqueda, la selección, el ensamblaje y el ordenamiento generado por quien colecciona que esta nueva obra compuesta adquiere identidad propia y distintiva más allá de sus unidades constitutivas. El coleccionista crea con los objetos e imprime su sello personal en el cuerpo de la colección a la manera de un collage o de un mosaico. Coleccionar es por esto un gesto poético y un género de narración a través de las cosas. La totalidad, en consecuencia, será siempre más que la simple suma de sus partes. Coleccionistas que no solo son personas, sino también instituciones como museos o galerías, además de Estados e Imperios, porque coleccionar es una forma de procesar la realidad caótica que nos circunda en un cuerpo ordenado y lógico que, una vez materializado, expresa los principios y cánones más íntimos y ocultos de quienes lo practican. Por esto la ciencia no está lejos del coleccionismo, como no lo está la arqueología.

El llamado es a situar a la colección como un objetivo de investigación arqueológica para develar sus autorías y contextos. El foco no es la pieza precolombina en su época precolombina, sino en su situación contemporánea o en aquel pasado reciente que la trajo ante nosotros y nosotras, de manos de coleccionistas privados, museos, galerías de arte y casas de subasta, entre otras agencias. ¿Cómo se crea una colección? ¿Por qué y para qué un coleccionista forma colecciones? ¿Dónde se puede observar la mano y el gusto de quien la ha producido? ¿Cómo cambia cuando pasa de una tenencia a otra? ¿Cuál es su dinámica e historia de vida? ¿Cómo afecta la colección en su realidad y de qué manera dicha realidad afecta a la colección? ¿Cuánto de nuestro conocimiento sobre el pasado y de otros pueblos es consecuencia de estas colecciones? ¿De qué manera impactan estas obras-colecciones en nuestras propias vidas? ¿Qué papel juegan ellas en nuestra cultura? ¿Cómo se escribe y cómo se lee una colección? Todas son preguntas fundamentales si consideramos que buena parte de la arqueología depende justamente del estudio de objetos que componen las colecciones. Es más, radica ahí la causa por la cual los objetos se exhiben públicamente en los museos, marcando profundamente el imaginario y las formas de entender la realidad pasada de quienes los visitan. La invitación es a reflexionar sobre el valor del fenómeno cultural del coleccionismo en nuestras vidas desde una perspectiva arqueológica.

Presentaciones: